Zócalo

08/10/2011 06:32 pm 

Escribiré esto solo porque uno de nosotros debe escribirlo, las cosas que siguen vigentes en algún momento llegaran a caducar, el tiempo elemento esencial y contradictorio, surge de la necesidad, unidad basada en pensamientos, que se procrea dentro del alimento del miedo, el tiempo puede ser tu mejor aliado o tu oponente acérrimo, cuando lo llegas a descubrir resulta demasiado tarde, podrías estar frente al espejo sentado en la silla que soporta lo que a ti ya no te interesa, día a día ver el rostro que te traiciono por el cual solo guardas un sentimiento que no cambio desde los últimos recuerdos mas frecuentes, que para tu fortuna pueden tratarse del inicio de tu vida, me refiero a ese inicio real no por el cual exclamaste confundido haber visto la luz, el tiempo finito presente te recuerda la verdad detrás de todo “indispensabilidad” ligada a la “unidad” existencia conjunta, inseparables, unidad, palabra confusa referente a uno y a todos, nadie es indispensable en una unidad y lo que es indispensable, es nuestra consideración de unidad; como algo único, que explica la razón del porque te sentaste delante del espejo, Alicia lo sabia, lo que te hace grande y pequeño. 

Probablemente también lo has visto, la juventud te ha alcanzado, lo indispensable en esta tu vida lo has entendido, jamás te pertenecerá, porque es la concepción de la idea que surgió de un momento incongruente dentro de una fantasía que te hizo mas grande del pequeño resultado que realmente eres, pero mi intención no es apuntar a lo obvio si no a lo útil, la grandeza de esa visión no es la razón indispensable, si no la concepción de lo sublime, la definición de la unidad es lo que realmente importa, lo indispensable es una variación de la definición, pero como te comentaba, el tiempo en este punto es tu aliado ó tu enemigo, así que el resultado que te de esta alegoría debes saber que tienes el 50 % de probabilidad de estar en el camino correcto, aunque también entenderás que los caminos construidos a lo largo de una vida no todos llevan a un distinto lugar, y no todos son reales. 

Te veré desde la ventana, salir de esta casa. 

Sabiendo que al no sentarte delante del espejo supiste entender la relación que existe entre la unidad y lo indispensable, te veré desaparecer entre la distancia del camino equivocado al correcto, recorriéndolo a la velocidad de la luz cuya reacción te dará la ventaja de no envejecer ante los demás, lo mas rápido que sea tu transición, más joven serás al salir de aquí.